“El ser humano posee mecanismos de autorregulación y la capacidad natural de autocuración.”

Principio fundamental de la osteopatía

La osteopatía representa una forma independiente de atención médica primaria.

El diagnóstico y el tratamiento se realizan principalmente con las manos, es decir, manualmente.
El conocimiento detallado de la anatomía y la fisiología del cuerpo humano se combina con métodos de examen clínico para evaluar la movilidad del aparato locomotor y de los órganos. Además del elemento del tacto, la conversación y el contacto interpersonal juegan un papel importante.

El tratamiento osteopático aborda las causas de las molestias e incorpora varios factores, tanto físicos como no físicos. En este contexto, el enfoque en la salud individual, en el sentido de la salutogénesis, juega un papel importante.

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El concepto de tratamiento holístico de la osteopatía abarca tres áreas que se integran en un tratamiento osteopático:

Los tres pilares de la osteopatía

Osteopatía parietal

El diagnóstico funcional y el tratamiento del aparato locomotor son la prioridad. Los elementos esenciales son las articulaciones, los tendones, los ligamentos, así como los músculos y las fascias.

Osteopatía visceral

El examen y tratamiento se enfocan en nuestros órganos internos y sus estructuras circundantes, los nervios, así como los vasos aferentes y eferentes, como el sistema linfático y los vasos sanguíneos.

Osteopatía craneal

En el tratamiento osteopático craneal, el enfoque está en la alineación precisa y la función de los huesos del cráneo por un lado y el sacro por otro.
El cráneo y el sacro están conectados a través de las membranas del cerebro y la médula espinal, así como por el líquido cefalorraquídeo, y se consideran una unidad funcional.

Osteopatía infantil

La osteopatía infantil es una especialización dentro de la osteopatía. Aquí, el conocimiento del desarrollo sensorial, emocional y neurológico normal del niño juega un papel importante. Las indicaciones comunes para un tratamiento osteopático son:

• Complicaciones del embarazo y el parto
• Trastornos del crecimiento y retrasos en el desarrollo
• Problemas digestivos (cólicos) y problemas urogenitales (incontinencia)
• Asimetrías craneales y maloclusiones
• Trastornos del sueño y problemas de succión